viernes, 29 de abril de 2011

NARANJA Y BOLÍGRAFO
Érase una vez, una familia muy especial, porque dejaban la fruta al lado del horno donde de normal se deja en la nevera.                                                           
Un día la madre que se llamaba Ana, tenía que apuntar una cosa muy urgente, y la apuntó al lado del horno, con un boli, entonces cuando acabó se dejó el boli allí mismo, al parecer, al lado había una naranja, entonces empezaron a hablar:
-¿Hola cómo te llamas?
-Princesa Naranja I, ¿y tú?
-Yo BoliBic, ¿Qué haces aquí?
-Siempre me dejan aquí para ser una princesa, ¿no crees?
-Sí, a mí me han dejado rápido y me he quemado con la vitrocerámica, que estaba encendida, y no encuentro a nadie para que me cure.
-Yo te curaré, me conozco esta casa muy bien, y es que encima no me comen porque me escapo, entonces sígueme.
La naranja y el boli fueron al baño y la naranja, (no sabemos cómo) cogió el botiquín y curó al boli:
-Muchas gracias, Princesa.
-No ha sido nada, además me gusta ayudar a los demás, y nunca había tenido a algún visitante como tú.
-Seguramente cuando crezcas serás una reina muy bonita y muy responsable.
-Eso será posible si encuentro a mi madre, porque se quedó en el mercado y a mí me compraron.
-Tendremos que ir al mercado.
-Vale.
La naranja y el boli fueron al mercado tras haber pasado las pegajosas calles de fiesta, sin querer pisaron un excremento de perro, un verdadero asco. Cuando llegaron al mercado buscaron por todas las fruterías, y no encontraron a la madre de la naranja, como todas las familias raras de esta ciudad dejan la fruta al lado del horno, se veía por la ventana la fruta que había.
Fueron de casa en casa, al final fueron otra vez a donde estaban, y la madre estaba en el frutero, y la princesa no se había dado cuenta, porque la madre no puede hablar.
La madre la llamó por señas, entonces el boli se dio cuenta y avisó a la princesa. La princesa se dio la vuelta y vio a su madre y fue corriendo a abrazarla.
La madre le explicó a su hija (por señas) que se tenía que casar con alguien para ser la reina, porque la madre no podía hacer nada más.
Entonces la princesa decidió casarse con BoliBic, fue corriendo a decírselo.
-Por favor BoliBic, ¿quieres casarte conmigo?
-¿Porque así tan de repente?
-Porque me ha dicho mi madre que me tenía que casar con alguien para ser reina.
-Pues entonces acepto.
La madre de la princesa decidió hacer una gran ceremonia, la princesa (ahora ya reina) y el boli fueron felices para siempre, aunque la gente se extrañaba al ver un boli y a una naranja juntos.



                                                                        Por: Cristina Esteban Paricio

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